¡He vuelto!

Desconectada del mundo social, vuelvo a incorporarme y a introducirme por estos lares. Echaba de menos el blog, pero por la falta de tiempo no conseguía actualizar nunca.

Ahora por fin los exámenes de febrero terminaron, y podré disfrutar de lo que realmente me gusta!

Ciertamente hoy no me salen palabras para escribir, no estoy inspirada.. será porque estoy navegando en un mundo paralelo, en el que los protagonistas son un chico llamado Step y una chica llamada Gin ^^.

Arrrggg... siempre me pasa lo mismo al leer! Esa incertidumbre de "¿qué pasará ahora?" no deja de comerte la cabeza. Y cuando lees te metes tanto en el papel que consigues sentir lo mismo que los protagonistas...

Ahora mismo esa incertidumbre no me deja centrarme en lo demás, porque ¡¡necesito saber qué pasará!! así que lo mejor será que vaya a resolver mis dudas.

¡Passa una buona giornata!

Cerca de las vías

Hay días que parece que nunca se va a apagar el sol, y otros son más tristes que una despedida en la estación. Es igual que nuestra vida, que cuando todo va bien... un día tuerces una esquina y te tuerces tú también.

Con el paso de los años nada es como yo soñé. Si no cierras bien los ojos, muchas cosas no se ven.

Yo he crecido cerca de las vías y por eso sé, que la tristeza y la alegría viajan en el mismo tren. ¿Quieres ver el mundo? Mira, esta debajo de tus pies..

Exacto, Fito. No podía ser otro... ♥

4 años...

4 años han pasado ya desde que te fuiste. Pensarán que ya es bastante tiempo como para haberlo superado, pero en mi opinión la pérdida de alguien a quien quieres no termina de superarse nunca. Puedes seguir tu vida de manera corriente, pero en tu corazón siempre queda un huequito vacío.
Un huequito que en ciertos días hace que tus lágrimas salten al pensar que ya nunca volverás a ver a esa persona, nunca podrás volver a estar con ella, ni decirle las cosas que no pudiste decirle en su momento. Un huequito en el que te llevo conmigo aunque tú ya no estés.
Aún así, sé que estás bien, y que al fin y al cabo son cosas de la vida por las que todos vamos a pasar tarde o temprano (cuanto más tarde mejor, evidentemente) ...
Creo que no tengo más que decir... solo que
te echo mucho de menos y que aunque sea muy reservada y no te lo haya dicho muchas veces te quiero, y mucho.

Esa mañana...

... ella se despierta y, mientras los últimos rastros de sal abandonan su pelo bajo la ducha, recuerda emocionada la noche anterior.

Desayuna, se despide de su madre y sube al coche con su hermana, lista para ir al colegio como todas las mañanas. Su padre se para en el semáforo que hay bajo el puente de la avenida de Francia. Aún estaba medio dormida y distraída cuando lo ve. Apenas puede creerlo. En lo alto, por encima de los demás, sobre la blanca columna del puente, un graffiti domina al resto, imborrable.

Está allí, sobre el frío mármol, azul como sus ojos, tan bonito como siempre lo deseó. Su corazón se acelera. Por un momento, le parece que todos pueden oírla, que todos pueden leer aquella frase, justo como está haciendo ella en ese momento. Está allí, en lo alto, inalcanzable. Allí donde solo llegan los enamorados:

«Tú y yo... Tres metros sobre el cielo».

En el país de las maravillas

Realmente hay días en los que debemos dejar volar nuestra imaginación. Dejar que se expanda por nuestro cuerpo y nuestra realidad. Que se convierta en algo en lo que debamos creer...

Debemos creernos que los coches vuelan y vamos montados en uno de ellos; bebemos comida y comemos agua; escuchamos la tele y vemos la música; reímos por nada y nunca lloramos.

Es una realidad en la que todo lo imposible resulta posible, lo inimaginable es lo que de verdad existe. Algo así como Alicia en el país de las maravillas pero con la pequeña diferencia de que no es un sueño, sino su verdadero mundo. ¿Os volveríais locos?

("¡Taza limpia! a cambiar, a cambiar, a cambiar...")