miércoles, 28 de enero de 2009
"Breve" descripción
Unos dicen que alocada, otros prefieren definirla como graciosa. Algunos le ponen motes o diminutivos a su nombre, otros la llaman por su nombre real. Muchos piensan en sus virtudes, como pueden ser su simpatía, su sinceridad o su saber escuchar. Otras personas en cambio prefieren centrarse en sus defectos y tacharla de cabezona, chica con mucho carácter, un pelín fría y en ocasiones borde.
Cada persona es un mundo pero la gente que la conoce coincide en que a pesar de su cabezonería sabe cuándo debe ceder; a pesar de tener mucho carácter sabe controlarse en la mayoría de las situaciones, y en caso de sobrepasarse sabe disculparse cuando tiene que hacerlo; a pesar de que parece una persona muy fría le encanta que le den mimos y cuando tiene el día cariñoso puede llegar a ser incluso pegajosa; y finalmente la chica es borde, pero sólo cuando le dan motivos para serlo o simplemente cuando tiene un mal día.
Calle Melancolía
Por la ciudad camino, no preguntéis adónde. Busco un encuentro que me ilumine el día, y no hallo más que puertas que niegan lo que esconden. Luego, de vuelta a casa, enciendo un cigarrillo, ordeno mis papeles, resuelvo un crucigrama; me enfado con las sombras que pueblan los pasillos y me abrazo a la ausencia que dejas en mi cama.
Trepo por tu recuerdo como una enredadera que no encuentra ventanas donde agarrarse.
Si quieres encontrarme, ya sabes dónde estoy.
Vivo en el número siete, calle Melancolía. Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría, pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía...
(no he podido resistirme)
martes, 27 de enero de 2009
Adicta a la cafeína
El café siempre con leche y mucha azúcar, por favor. Un capuccino me sirve, o quizá prefiera una buena taza de café calentito con leche, nata y caramelo. Te pediría un café con hielo pero con el frío que hace no sería muy adecuado tomarlo. ¿Tienes coca cola? mmm.. volvemos a lo mismo de antes, hace mucho frío como para tomar una. Pero... ¡sí! ponme una coca cola. Espera, no no... mejor un kas de limón. Buf, no sé... ¡ay! ¿sabes qué? mejor no me des nada, que ya llevo 3 cafés metidos en el cuerpo y me siento hiperactiva. No se habrá notado, ¿no?
lunes, 26 de enero de 2009
Día sí, día también
Son las 9 y suena el despertador. Las 10 y vuelve a sonar. Las 10:30, 11... se levanta apresuradamente, se ducha, toma un café y cuando empieza a estudiar se duerme de nuevo. Ha sido una noche muy larga, pero el tiempo pasa incluso aunque parezca imposible.
Aún medio dormida, recuerda que tiene que terminar sus tareas y se vuelve a levantar. Tiene que comer en 5 minutos atragantada porque va a perder el bus, lo coge y dirección a clase. Una hora y media es lo que tarda en llegar desde su casa, eso la agota todavía más. Es una vaga y lo reconoce pero la rutina es así, el día a día, lo de siempre... y eso ¿a quién no le cansa?
domingo, 25 de enero de 2009
Descanso absoluto
Sofá, película, palomitas... ¿y después? una buena dosis de música. No hay nada mejor que esto, como en casa en ningún sitio.
Ella busca un momento de paz, SU momento de paz... pero no llega a alcanzarlo. Todo lo que le rodea está en blanco y negro y se siente diferente a los demás. No le preocupa nada, simplemente se siente... cansada.
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